Mypes

CASI 9 DE CADA 10 MYPES SON INFORMALES, PERO EL GOBIERNO CONTINÚA APOSTANDO POR MEDIDAS QUE LIMITAN SU DESEMPEÑO

Cabe resaltar que, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la producción nacional registró una caída del 0.57% en el periodo enero-noviembre de 2023.

Las micro y pequeñas empresas (mypes) son un pilar fundamental del tejido empresarial del Perú. Su importancia radica en que, históricamente, su participación sobre el total de empresas peruanas se ha ubicado por encima del 90%. De hecho, con base en las cifras de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), en 2022, se registraron 6.1 millones de mypes distribuidas en todo el territorio nacional, lo que representa un 96.4% del total de empresas. Además, sus ventas anuales en 2022 sumaron S/ 158,000 millones, lo que representa un 17% del PBI, y emplearon a 8.5 millones de trabajadores, es decir, un 45.9% de la población económicamente activa (PEA), aproximadamente. 

Pese a la indudable relevancia de las mypes y su contribución al desempeño de la economía, el persistente nivel de informalidad es un tema que poco o nada ha variado en los últimos años. Por el contrario, la informalidad muestra una tendencia creciente tras la pandemia. De hecho, según cifras de la Enaho, la informalidad de las mypes —medida a través de si cuentan o no con registro único de contribuyentes (RUC)— ascendió al 86.7% en 2022, 0.4 pp. por encima de lo registrado en 2021. Si bien las mypes totales aumentaron un 11.9% respecto de 2021, las mypes formales crecieron únicamente un 8.4%, lo que indicaría un aumento en mayor proporción de las empresas informales. Es decir, el surgimiento de nuevos emprendimientos se concentra en mayor proporción en negocios informales, cuyas posibilidades de escalar y contar con mejores condiciones y desempeño financiero son limitadas. 

En este contexto, en las últimas semanas se generaron diversos debates en torno a las medidas que deberían aplicarse para impulsar la reactivación de las mypes, así como fomentar su paso hacia la formalidad. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) anunció, entre otras medidas, que se prevé lanzar nuevas subastas por S/ 10,000 millones con condiciones favorables para las mypes, dentro del programa Impulso a MYPErú. Según el titular del MEF, se estarían realizando cambios normativos para flexibilizar las condiciones y así lograr que los bancos otorguen créditos baratos a las mypes que no están en su cartera de clientes. Con ello, lo que se buscaría es flexibilizar las condiciones de acceso al crédito de estas unidades de negocio, a fin de permitir que aquellos que estuvieron fuera del sistema financiero puedan acceder al programa. 

Entre las medidas, el MEF anunció que buscan modificar los regímenes tributarios, con la finalidad de generar incentivos para que las mypes se formalicen y crezcan. En ese sentido, el Ejecutivo presentó un proyecto de ley que modifica el Régimen Único Simplificado (RUS) y el código tributario. Concretamente, la propuesta plantea eliminar el Régimen MYPE Tributario y el Régimen Especial del Impuesto a la Renta, y que los contribuyentes que se encuentren acogidos a dichos regímenes se incorporen de oficio al RUS o al Régimen General. En ese sentido, simplificar los regímenes tributarios puede reducir los desincentivos al crecimiento de las empresas, pues los beneficios otorgados según volumen de ventas generan incentivos perversos hacia el estancamiento. 

Por otra parte, una medida cuya relevancia se debe al estrecho vínculo con el desempeño de las mypes, en su mayoría informales, es un eventual ajuste de la remuneración mínima vital. En las últimas semanas, el Ejecutivo aseguró que podría ser un buen momento para discutir el tema. De hecho, el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo señaló que en 2023 el país se encontraba en recesión; sin embargo, el presente año sería diferente de acuerdo con mejores expectativas sobre el desempeño económico. Cabe resaltar que, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la producción nacional registró una caída del 0.57% en el periodo enero-noviembre de 2023. Además, según estimaciones del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la economía habría cerrado el año con una caída del 0.5%. Sumado a lo anterior, las proyecciones de la autoridad monetaria en el país indican un crecimiento previsto del 3% para este año, mientras que entidades como el Instituto Peruano de Economía (IPE) tienen proyecciones menos optimistas, con un 1.9%. De cualquier modo, el limitado crecimiento no garantizaría mejores condiciones para los hogares peruanos. El debate en torno a un eventual ajuste de la RMV debe seguir criterios técnicos y prudentes, que consideren la evolución de los indicadores considerados para la fijación del salario mínimo. 

Como si no fuera suficiente, hace pocos días, el MEF actualizó el impuesto selectivo al consumo (ISC), que grava productos como los cigarrillos y las bebidas alcohólicas, entre otros. Es cierto que el índice de precios al consumidor de Lima Metropolitana a 12 meses en enero fue del 3.02%, con lo cual se acerca al rango meta inflacionario, objetivo establecido por el BCRP para preservar los precios de la economía; sin embargo, aunque el nivel general de precios tiene un mejor panorama para este año, lo cierto es que el país enfrenta un limitado crecimiento proyectado. Además, la confianza empresarial, medida a partir de la encuesta de expectativas macroeconómicas elaborada por el BCRP, se encuentra en tramo pesimista respecto de la evolución de la economía para los próximos tres meses. Medidas tributarias como la adoptada desincentivarían la inversión privada. 

Finalmente, es importante mencionar que, si lo que se busca es incrementar la recaudación, las futuras reformas tributarias deberían apuntar a la ampliación de la base tributaria y la reducción de los espacios de incumplimiento. Además, la predictibilidad tributaria es fundamental para promover un ambiente de inversión y desarrollo de negocios adecuado. Esto último es aún más importante en un escenario de limitado crecimiento, en el que la incertidumbre limitaría el ingreso de nuevas inversiones. (ComexPerú)