SECTOR AUTOMOTOR RETROCEDIÓ -1.84% EN OCTUBRE DE 2023
Respecto a este último subsector, el resultado responde a la menor venta de vehículos y la desaceleración del crédito vehicular.
La economía peruana volvió a retroceder en octubre último, alcanzando su sexto descenso consecutivo y octavo del 2023, según informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), así lo afirmó la Asociación Automotriz del Perú (AAP) tras constatar que, de acuerdo con el ente estadístico, el índice de actividad económica cayó -0.82% en octubre del presente frente a igual mes del año pasado. “El INEI sostuvo que el resultado respondió a la menor producción registrada de los sectores: Construcción, Financiero, Agropecuario, Manufactura, Telecomunicaciones, Servicios Prestados a Empresas y Alojamiento y Restaurantes. Sin embargo, es importante señalar que los sectores Minería e Hidrocarburos, Comercio, Pesca, Electricidad Gas y Agua, Transporte y Otros servicios mostraron resultados positivos”.
La AAP resaltó que el INEI advirtió que el estado de alerta de El Niño Costero afectó el desenvolvimiento de la actividad productiva del país; situación que interrumpió el normal desarrollo de sectores primarios de la economía como el agropecuario, y de transformación como construcción y manufactura. A lo que se sumó la recurrencia de conflictos de tipo socio ambiental y factores de carácter técnico y de cambio climático, generando suspensiones temporales en las actividades productivas.
La producción nacional entre enero y octubre de 2023 disminuyó en -0.65% y durante los últimos doce meses, noviembre 2022- octubre 2023, registró una variación de -0.27%. En tanto, el índice desestacionalizado de la producción nacional de octubre 2023 registró una variación de 0.08%, respecto al mes inmediato anterior.
En cuanto al desempeño por actividad económica, detalló el gremio automotor, el sector Comercio continuó desacelerándose y reportó un crecimiento de 1.36%, impulsado por los avances de los subsectores venta al por mayor en 1.54% y venta al por menor en 1.79%; sin embargo, el comercio automotriz sufrió una caída de -1.84%. Respecto a este último subsector, el resultado responde a la menor venta de vehículos y la desaceleración del crédito vehicular. De igual manera, se contrajo la comercialización, mantenimiento y reparación de motocicletas y de sus partes, piezas y accesorios; y la venta de partes, piezas y accesorios de vehículos automotores, como consecuencia de una menor demanda en el mercado e incremento de precios. Finalmente, descendió el mantenimiento y reparación de vehículos automotores por disminución de servicios de reencauche, mantenimiento y término de contratos con el sector privado.
“El resultado anotado en lo que va del año confirma el complicado panorama para la economía peruana, la cual no ha logrado salir de variaciones negativas consecutivas, a pesar de algunas acciones promovidas desde el Gobierno. La poca eficacia de las medidas implementadas por las autoridades, las cuales no han logrado -en el corto plazo- dinamizar la demanda interna, demuestra la poca credibilidad que los agentes de mercado tienen a la política económica del país”, explicó la AAP. Si bien a inicios del 2023, dijo, la actividad económica sufrió por el incremento de la conflictividad social y el embate del ciclón Yaku, provocando una caída de -0.44% del PBI en el primer semestre; en lo que va del segundo semestre, sin shocks de oferta como los mencionados en la primera parte, la economía viene retrocediendo -0.96%.
En ese sentido, para el gremio, el objetivo de las autoridades debe apuntar a reducir la incertidumbre y reanimar a las expectativas empresariales y a la confianza del consumidor, mediante medidas que tengan un real impacto en la economía nacional, como el destrabe de los proyectos de inversión que se encuentran en agenda sin poder ser desarrollados, la derogación de aquellas normas dictadas por el anterior Gobierno que dificultan la formalización laboral y encarecen la contratación de personal, fortalecer la estabilidad jurídica de tal manera de darle predictibilidad a los negocios, enfrentar eficazmente la inseguridad ciudadana, y evaluar la viabilidad de las empresas estatales que no son eficientes, acompañada de una política monetaria por parte del Banco Central de recorte de su tasa de interés de referencia.