PERÚ REPORTA LA SEGUNDA MAYOR PROPORCIÓN DE NINIS EN APEC, ¿POR QUÉ?
Casi 1 de cada 4 jóvenes peruanos entre 15 a 24 años se encuentra en esta situación, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Cada vez más jóvenes ni estudian ni trabajan (ninis). En el Perú, la proporción de ninis continúo en aumento tras la pandemia y superó los resultados previos, mientras que en el mundo se registró un rápido repunte. Para 2024 y 2025 se proyecta una ligera e insuficiente recuperación, que perpetúa al país como la segunda economía miembro de APEC más afectada.
La situación evidencia un incremento en el desaliento juvenil por conseguir empleo. En una economía tan precarizada e informal como la peruana, la falta de oportunidades limita los beneficios de invertir en educación. Como resultado, el país continúa perdiendo capital de trabajo y crecimiento potencial para los próximos años.
Casi 1 de cada 4 jóvenes peruanos entre 15 a 24 años se encuentra en esta situación, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En detalle, la cifra ascendió a 23% durante 2023. Esta superó los resultados de 2010 (15.2%) y 2019 (16.9%). Lamentablemente, las proyecciones realizadas por la entidad esperan una reversión mínima en los próximos años.
La proporción de ninis peruanos asemeja el promedio internacional. Sin embargo, en el mundo, este indicador ya se recuperó del incremento reportado durante la pandemia, algo que todavía no ocurre en el Perú. El retroceso en la última década ha sido tan grande que generó una pérdida de competitividad considerable entre las economías miembro del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
A comienzos de la década pasada, la proporción de ninis peruanos ascendía a 15.2%, con lo cual el Perú representaba la octava economía más afectada del bloque. Para 2025, se espera que el indicador apenas se reduzca a 22.7%, que situaría al país como la segunda más afectada. En contraste, entre ambos años, 14 de las 19 economías evaluadas habrían registrado una reducción.
La economía con mayor progreso en esta materia es Filipinas, con una reducción proyectada en la proporción de ninis a 17% en 2025. Esto significaría una disminución en 8.3 puntos porcentuales (pp.) en relación con lo registrado en 2010. Le seguirían Taiwan (8.6%; -6.5 pp), México (16.6%; -5.6 pp), Indonesia (21.9%; -4.8 pp) y China (12.9%; -3.9 pp).
La mayoría del progreso se registró a durante la década pasada, porque la reducción promedio entre 2021 y 2023 fue de apenas 0.7 pp. Cabe resaltar que, entre este último año y el pronóstico para 2025 se proyecta un incremento en 0.1 pp. Recientes estimaciones de la OIT sugieren que esto se explicaría por el incremento en la inactividad, a pesar de la reducción en la tasa de desempleo juvenil.
Solo se proyecta un escenario positivo en las subregiones América del norte (incluye EE. UU. y Canadá) y Sudeste Asiático y el Pacífico (incluye Brunéi Darussalam, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam). En estas economías, el desempleo juvenil se reduciría, mientras que la proporción de jóvenes que está trabajando aumentaría, durante los próximos años.
En contraste, la inactividad juvenil aumentaría en las subregiones América Latina y el Caribe (incluye Chile, Perú y México) y Asia oriental (incluye China, Japón, Corea del Sur y Hong Kong). Esta situación debe analizarse con detenimiento, porque solo será positivo si implica un aumento en quienes asisten a la escuela o educación superior.
En ambas subregiones, el incremento en la inactividad estaría motivado por el desaliento de encontrar un trabajo estable. En América Latina y el Caribe, el 51% de los jóvenes entre 25 y 29 años laboran en empleos inseguros (temporales o autoempleados). Esta cifra también es elevada en Asia oriental, con el 40.8% de jóvenes en dicha condición.
Para revertir esta situación es fundamental incrementar la generación de empleo formal, porque los elevados niveles de ninis son una respuesta al desaliento de encontrar un trabajo adecuado. No basta con incentivos a la educación técnica o universitaria, porque sin demanda suficiente para los egresados no será rentable invertir en educación.